¿Por qué existen plagas de orugas en otoño? Se debe a que el otoño e invierno son cada vez más cálidos provocando una situación favorable ayudando que el ciclo de vida de la oruga se alargue sobreviviendo al invierno y por tanto provocando su proliferación.
El periodo de vida de la oruga procesionaria comienza en verano, donde los adultos en forma de mariposa se aparean. Tras ello, las hembras fertilizadas colocan los huevos en las copas de los pinos. Es en otoño (y el momento perfecto para eliminarla) cuando la oruga tras desarrollar su estadio larvario, construye los nidos que le servirán de refugio durante el invierno para convertirse en mariposas cuando empiece la primavera.
Es importante establecer el control de la plaga en esta época del año, cuando las orugas son más vulnerables al encontrarse concentradas en nidos. Esta plaga causa serios problemas ya que son capaces de defoliar árboles y reducir el crecimiento de plantaciones de pinos y un problema para la salud pública causando urticarias severas en niños y animales domésticos. Este insecto trae los siguientes problemas que se deberían prevenir:
- Reacciones alérgicas: Estos pelos pueden causar irritación en la piel, los ojos y las vías respiratorias de las personas y los animales. Las reacciones alérgicas pueden variar desde una picazón intensa y enrojecimiento hasta erupciones cutáneas, hinchazón y dificultad para respirar en casos graves.
- Contacto accidental: Los niños y las mascotas, que a menudo exploran su entorno, pueden estar en mayor riesgo de entrar en contacto con estas orugas.
- Toxicidad alimentaria: En algunas circunstancias, pueden caer de los árboles y acabar en fuentes de agua o en zonas donde se almacenan alimentos para animales. Si los animales consumen estas orugas o pelos urticantes, podrían experimentar problemas gastrointestinales y otros síntomas de intoxicación.
- Efectos en la vegetación: Además de los riesgos para la salud, las orugas procesionarias pueden causar daños significativos a los árboles y la vegetación. Las orugas se alimentan de las hojas de los árboles, debilitándolos y afectando su crecimiento.
Ante la presencia de orugas procesionarias, es importante tomar precauciones para evitar el contacto y minimizar los riesgos. Si se sospecha que alguien ha entrado en contacto con estas orugas o ha desarrollado una reacción alérgica, se debe buscar atención médica de inmediato. Además, se recomienda contratar servicios de control de plagas o profesionales capacitados para eliminar o manejar las infestaciones de orugas procesionarias de manera segura y efectiva.
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